La infancia de Nicolás estuvo impregnada de la calidez de un hogar mayormente liderado por las mujeres de su familia. Las melodías entonadas por sus abuelas y su madre tejieron los primeros acordes de su relación con la música, convirtiendo la vivienda en un escenario donde la música popular y las canciones tradicionales se entrelazan con el espíritu festivo de Chiloé.
Su interés por la música floreció durante la adolescencia, siendo para él un medio para moldear su identidad y superar pequeños miedos. Los escenarios escolares se convirtieron en el campo de entrenamiento donde cultivó su pasión y pericia musical, una etapa temprana pero vital en su camino hacia el arte sonoro.
La experiencia de Nicolás se enriqueció al formar parte de grupos musicales en la escena chilena, uniendo su voz y talento con otros músicos para explorar y entender mejor la labor musical. Esta fase no solo consolidó sus habilidades, sino que también amplió su perspectiva sobre la diversidad musical que Chile alberga en cada rincón del país.
Decidió expandir su conocimiento musical y se embarcó en estudios de pedagogía en música en la Universidad Metropolitana de las Ciencias de la Educación. Este paso fue fundamental para consolidar su compromiso con la educación pública y transmitir su pasión por el arte sonoro a futuras generaciones, generando instancias donde los estudiantes pudieran explorar emociones y reflexiones a través de la música.
Las influencias musicales de Kayumapu son tan diversas como los paisajes de su tierra natal, abarcando desde la profundidad de las tradiciones folclóricas chilotas hasta los sonidos contemporáneos que resuenan en la sociedad actual. Esta amalgama de estilos y ritmos encuentra su expresión en su obra, creando un puente entre lo ancestral y lo moderno, entre la esencia de antaño y la vibración actual.
La evolución de su estilo ha sido un viaje de autodescubrimiento, experimentación y maduración. Ha buscado atraer a su audiencia hacia los diversos géneros latinoamericanos, al tiempo que ofrece un espacio para la reflexión a través de sus composiciones, tejiendo historias y reflexiones que invitan a sumergirse en las raíces culturales y sociales de la región.
En su carrera, ha mantenido una constante colaboración con otros artistas y grupos musicales, demostrando un compromiso más allá de las luces del escenario. Su música no solo es un medio de expresión artística, sino también una herramienta para involucrarse en causas sociales y educativas que buscan utilizar el arte sonoro como puente de conexión entre comunidades y generaciones.
En el horizonte, Kayumapu planea el lanzamiento de seis singles, cada uno asociado a su nombre artístico, inspirado en el mapudungun, lengua ancestral de sus antepasados. Estos sencillos serán los preludios de su tan esperado primer álbum musical. Asimismo, se vislumbran numerosas presentaciones en vivo a lo largo de 2024 y colaboraciones musicales que expandirán aún más su influencia en la escena musical chilena y latinoamericana.
Su música, lejos de ser una mera fuente de entretenimiento, es un llamado a la reflexión, una expresión sincera de la diversidad cultural y social de América Latina. En cada acorde, Kayumapu teje un vínculo entre el pasado y el presente, trazando un camino hacia un futuro en el que la música sea un vehículo para la unión, el entendimiento y la celebración de las raíces latinas.
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